They
did so; and, by the blaze of the hell-kindled
torches, the wretched man beheld his Faith,
and the wife her husband, trembling before
that unhallowed altar.
"Lo, there ye stand, my children,"
said the figure, in a deep and solemn tone,
almost sad with its despairing awfulness,
as if his once angelic nature could yet mourn
for our miserable race.
Así
lo hicieron. Y bajo el resplandor de las antorchas
infernales el desgraciado joven descubrió
a su Fe, y ella a su marido, estremecidos
ante aquel altar profano.
-¡Miren! Ahí están, hijos
míos -dijo la aparición con
tonos hondos y solemnes, casi tristes en su
desconsolada atrocidad, como si su antigua
naturaleza angélica todavía
pudiera
llorar por nuestra raza abyecta-.
"Depending upon
one another's hearts, ye had still hoped that
virtue were not all a dream. Now are ye undeceived.
Evil is the nature of mankind. Evil must be
your only happiness. Welcome again, my children,
to the communion of your race."
Confiando
en sus respectivos corazones, todavía
esperaban que la virtud no fuera sólo
un sueño. Ahora han salido del engaño.
El mal es la naturaleza de la humanidad. El
mal ha de ser su única dicha. Otra
vez bienvenidos, hijos míos, a la comunión
de su raza.
"Welcome,"
repeated the fiend worshippers, in one cry
of despair and triumph.
-¡Bienvenidos! -corearon los adoradores
del Maligno, con un grito de desesperación
y de victoria.